Quien de las generaciones ochentona y noventona no recuerda aquél personaje conocido como « dakak » o « mesaharati » quien ha marcado una época de nuestra vida particularmente en Ramadán cuando empeña voluntariamente el papel del despertador, tocando el tambor a fin de llamarnos al Suhur y de paso, prepararse a Salat Al Fajr (oración del alba).
No obstante el riesgo o los circunstancias climáticas a cambio de unos cuantos dirhames la por mañana del Eid.
Ahora bien, la invasión tecnológica ha causado la desaparición de dakak que sazonaba la atmósfera Ramadanesca antes de ser sustituido por el despertador ubicado en los celulares, más práctico, aún así, no podría igualar al dakak y su nostalgia en la idiosincrasia popular.
No cabe duda de que estamos en la era de rapidez, que exige ser práctico en todo pero mucho me que la tecnología nos lleve a olvidar nuestros usos y costumbres de pura cepa marroquí de un lado y haga desaparecer todo que nos distingue como humanos y no robots.