Me duele ver a la gente no dar crédito a su palabra en todo; es una manera de actuar que ha aparecido desde siempre sin se diese cuenta de lo difícil que es ni del daño que causa.
Uno se permite dar promesas a alguien que cuenta con su apoyo, entonces esta última espera tanto una llamada o cualquier cosa pero nada…
A menudo, el destino de una persona se detiene por una promesa.
Defraudar esperanzas es contra caballerosidad y valores humanos, así que es mejor dejar a alguien sufrir que hacerle esperar una ayuda o algo similar que nunca viene.
Por consiguiente, la confianza se pierde entre las personas; todos sospechan en todos y nadie ayuda a nadie.