Cuesta lo que cuesta, el uno no debe limitarse a ser un espectador porque la vida es muy corta y no espera a nadie, no importa la actividad o el trabajo o lo que sea.
Lo malo es cruzarse los brazos sin hacer nada para ir adelante sin dejar ningún obstáculo detenerle a encontrar una salida, viendo el medio lleno del vaso, pues cada problema tiene una solución salvo la muerte.
Asimismo, las cosas no van siempre como se desea sino y según el proverbio » hoy por ti, mañana por mí », pues se ocurre bastante llegar a un punto en que se piensa que es el fin pero no sería más que el comienzo de algo que no entraba en sus planes.
Entonces, en vez de esperar el fin, sería mejor jugar el bufón.