Tener un objetivo en la vida hace la diferencia, dando un sentido a su existencia (útil) sobre todo cuando se dedica a aliviar dolores y salvar vidas.
Lo menos que se pueda decir acerca de la personalidad de la enfermera es que siembra humanidad y felicidad alrededor de ella, pues su deber no se detiene en tomar muestras, medir la presión arterial, dar una inyección o cambiar vendajes, sino se apunta para apoyar a los pacientes psicológicamente durante el procedimiento de tratamiento.
La enferma es conocida como el ángel custodio quien cuida de los enfermos, compartiendo con cada uno de ellos sus dolores, lagrimas y hasta la alegría de curación y bastantes veces la tristeza de perder a uno de los pacientes.
Estoy hablando de la enfermera ejemplar, con buenos valores y gran sentido de responsabilidad, que considera su profesión no solo como un trabajo pagado, sino en tanto que un mensaje noble del que se siente orgullosa.
Hay que cambiar este sambenito de imagen negativa qe algunos tienen o quieren colgar la enfermera que lucha diariamente por los enfermos a expensas de du vida personal.