Ciudadanas como campesinas, jóvenes como maduras; son mujeres que aprovechan la nueva oportunidad proporcionada por la vida en lo que refiere leer y escribir porque no han accedido al derecho de ir a la escuela por razones sociales y financieras.
Pero gracias al programa de la alfabetización estrenado en el 2004 impulsado por el rey Mohamed VI, la mujer marroquí, tanto en el medio urbano como rural ha realizado realmente, según las estadísticas disponibles, una auténtica proeza.
Así, las beneficiarias de dicho programa en mezquitas, aprenden a leer, escribir, calcular, memorizar el Corán…etc. mediante diversas herramientas como la televisión e internet para facilitar el proceso del aprendizaje.
Con una implacable sed de saber, estas mujeres no faltan en ninguna clase ya que no quieren perder más tiempo, sabiendo que sus vidas están mejorando evidentemente debido al programa de la alfabetización.
En síntesis, el saber se mantiene como la mejor arma para hacer frente a los obstáculos y a las trabas de la vida, tanto más que el aprender no tiene edad; mientras se vive todo es posible.