Quién de nosotras hubiera pensado no hace mucho que llegaría un día en que la mujer marroquí ocupara posiciones de suma importancia y sensibilidad en la cima del estado y sus responsabilidades.

La emancipación femenina en nuestro país ha permitido a la mujer mostrar y demostrar espectaculares capacidades femeninas, derrocando, de esta forma, al hombre de su trono exclusivo.
Es cierto que estar al frente de una empresa, de un organismo o una institución nunca es fruto del azar ni de la casualidad, sino de años de intenso y constante trabajo enorme esfuerzo.
Por otra parte, los estudios dan por resuelto que las mujeres son mejores como jefas, combinando lo profesional y lo emocional, pues no toman decisiones precipitadas y son, en sus responsabilidades más pacientes y más reflexionadas que los hombres con los subordinados y subalternos, manteniendo una buena relación con ellos, escuchando sus problemas , sus anhelos y sus esperanzas
En efecto, entre las mujeres jefas exitosas, por citar dos ejemplos, Angela Merkel; canciller de Alemania, Meryem Bensalah Chaqueroun, presidenta de confederación general de empresas en Marruecos. Ambas son ejemplo e ilustración de la facultad dirigente de la mujer.
Finalmente, el mundo deja de mirar a la mujer como un objeto, se utiliza y se tira después.